Probablemente nunca sabremos qué fue lo que realmente pasó el domingo pasado en la casa de Cardenal Norberto Rivera, hay varias versiones y debemos ser muy respetuosos ya que un colega perdió la vida en el incidente, sin embargo, de ser ciertas las noticias en los medios principales, vale la pena hacer algunas referencias para que algo así no vuelva a pasar.

El domingo pasado por la tarde, tres hombres salieron de 2 camionetas cerca del domicilio del Cardenal, uno de los cuales dijo ser de una empresa de mensajería y que debía entregar un documento.

Cuando le abrieron la puerta, los otros dos se acercaron y empezaron a forcejear, lo que resultó en la balacera en la que falleció un escolta.

De ser correcta la noticia, resalta nuevamente el mismo problema que es el de favorecer las medidas reactivas e ignorar las medidas preventivas y /o creer que por dar las armas a los escoltas, todo queda “mágicamente” resuelto y no pasa nada.

Reiteramos que la protección a ejecutivos es un proceso de planeación y logística que tiene como finalidad reducir la exposición del protegido a los riesgos y no esperar que la crisis suceda para reaccionar. Para esto, es necesario que se realice un estudio que implica evaluar todos los ambientes y lugares donde se mueve o habita el ejecutivo, haciendo a su vez todo lo necesario para reducir riesgos. En éste caso esto significa implementar las medidas necesarias de seguridad física en la residencia que incluye que la caseta de seguridad sea habilitada para poder recibir todo tipo de paquetes.

Si observamos la foto, se aprecia que las rejas no permiten la recepción de paquetes de mayor tamaño y es evidente que se requieren los ajustes de seguridad para que el protocolo de recepción de mensajería sea adecuado para no exponer la vida de los protegidos y escoltas cada vez que alguien dice que es mensajero, visita etc.

Una vez más los escoltas tienen que pagar el más alto precio porque no se hicieron los estudios de manera adecuada, ni tampoco se implementaron en los ajustes las medidas preventivas ni protocolos adecuados para evitar estos eventos tan lamentables.

Protección a ejecutivos implica anticiparse y evitar los riesgos, mas no esperar a que sucedan para reaccionar porque esto pone en riesgo la vida tanto de los protegidos como de los escoltas.

Por Ivan Ivanovich

Foto de Google

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